Cada día es un regalo
Una anciana de 78 años,
elegantemente vestida, bien perfumada, perfectamente maquillada
y con su cabello arreglado a la moda como acostumbraba estarlo cada día, se
dirigía, acompañada de un caballero,
hacia un asilo que sería en lo adelante su hogar.
Mientras se desplazaba
con su andadera hacia el elevador, le dictaron una descripción
detallada de su pequeño cuarto, incluyendo las cortinas que colgaban de su
ventana.
"Sra. Jones, no ha
visto el cuarto, espere". "Eso no importa", respondió.
"La felicidad es algo que decides con el tiempo".
Ya decidí que me gusta.
Es una decisión que hago
cada mañana, cuando me levanto. Tengo la elección; puedo pasar el día en la
cama, repasando la dificultad que tengo con las partes de mi cuerpo que no
funcionan, o salir de la cama y estar agradecida por las partes que sí
funcionan.
Cada día es un regalo, y
mientras se abran mis ojos, me enfocaré en el nuevo día y los recuerdos felices
que he almacenado sólo por ésta vez en mi vida."

